Y es por ello que las grandes corporaciones farmacéuticas gastan la astronómica cifra de unos inimaginables 100.000 millones de dólares anuales en marketing, cantidad que representa un 50% más de lo que estas mismas multinacionales invierten en I+D, dándose además la más que absurda y ofensiva circunstancia de que, tal como indicó (por una vez y sin que sirva de precedente) muy mordazmente el multimillonario Bill Gates al presentar su fundación en su discurso del centenario de la Escuela de Negocios de Harvard,
Se dedica diez veces más dinero al desarrollo de una cura para la calvicie masculina que para el desarrollo de una cura contra la malaria, a pesar de que la malaria mata a un millón de niños al año. La razón: hay un mercado rentable para la calvicie masculina, pero no hay tal mercado para los medicamentos contra la malaria.
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