El pasado sábado en el programa de RTVE "Informe Semanal" se emitió el reportaje "La polémica de las vacunas" que, en nombre de una mal entendida equidistancia, permitió que conocidos miembros de la secta antivacunas (porque bien pueden considerarse así a personas que niegan la más que abrumadora evidencia científica a favor de uno de los más exitosos inventos de la medicina científica moderna) difundieran sus erróneos, engañosos y más que peligrosos argumentos.
Pero quizás el ejemplo más evidente de hasta dónde puede llegar la prepotente y más que peligrosa ignorancia lo mostro todo un licenciado en Medicina, un tal Enrique Costa Vercher que parece ser que ejerce como médico de familia en la sanidad pública española.
Como se puede observar en el siguiente video este ya más que tristemente famoso matasanos casi medieval suelta sonriente (en su más que ignorante estulticia) dos perlas dignas más propias de un analfabeto científico que de una persona que parece ser que llegó a aprobar la carrera de Medicina.
Primero, porque desconocer en qué consiste la inmunidad de grupo debería enviarle a la facultad a repetir la asignatura de Inmunología. Y segundo, y quizás lo más sorprendente de este más que sonriente (aunque no se sabe de qué se ríe, será de su analfabetismo mental) personaje es su increíble afirmación de que los médicos de toda época y condición, desde la remota Grecia clásica hasta la actualidad, han sabido
curar el sarampión
cuando cualquier estudiante de esas asignaturas de Virología y de Inmunología (que él parece no haber cursado durante su formación) tiene meridianamente claro que salvo contadas excepciones (en donde existe un medicamento antiviral como por ejemplo es el caso del VIH, los herpesvirus o el virus de la hepatitis C), las infecciones virales sólo se eliminan por parte del sistema inmune del paciente y en estos mayoritarios casos los médicos, aparte de bajar la fiebre y aliviar los síntomas poco pueden hacer incluso hoy en día, salvo el también secular "sana, sana, culito de rana".
P.D.
Y lo más increíble del caso es que el ya "famoso" médico de cabecera Enrique Costa Vercher parece seguir en activo, mientras el correspondiente colegio profesional y las autoridades sanitarias hacen evidente dejación de sus más mínimas obligaciones para la defensa de los ciudadanos y la salud pública.
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