El cristianismo tiene como emblema del Mal con mayúsculas a Lucifer, ese ángel más que preferido que sin embargo se rebeló frente a la tiranía de la Zarza Ardiente, esa misma que fue capaz de exterminar por "bondad" a toda la vida del planeta salvo a una familia de depravados sexuales (puesto que luego tuvieron que mantener relaciones sexuales entre ellos para repoblar la Humanidad) junto con una pareja de animales, que tal y como muestra la siguiente viñeta tuvieron también sus líos de cama.