Publicado originalmente en mi perfil de facebook. Debo admitir que durante preparatoria y mis primeros semestres en la licenciatura, me mantuve firme en mi convicción de no entrar en debates relacionados con la política, a no ser que la política fuera un segundo término (como las discusiones sobre la intromisión de la religión en el Estado laico, o las pseudoterapias en el servicio de salud